Me parecen muy interesantes y productivas las colaboraciones didácticas entre distintos centros educativos. No creo que deba convencer a nadie de eso. Tampoco quiero hacerlo. Son muchos los centros educativos que colaboran con otros en actividades puntuales o de forma más o menos continua. Recientemente, la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Segovia ha colaborado con otro centro, el CRA «Los Almendros» de la localidad segoviana de La Lastrilla. Este cole realiza un montón de actividades culturales durante todo el año en las que sus alumnos de Infantil y Primaria, unas veces salen fuera y otras, como fue en este caso, albergan estas actividades en sus aulas que se abren a quien quiera colaborar.
El CRA «Los Almendros» celebra anualmente su Semana Cultural coincidiendo con los carnavales. Este año se desarrollaban una serie de actividades bajo el título de «Escuela de Artistas», con el objetivo de dar un empujón a una educación artística cada vez más y más olvidada por la administración educativa.
A petición del cole, en la Escuela de Arte diseñamos unas actividades o talleres que pudieran realizar los alumnos de Infantil y de Primaria. Se animaron en seguida los departamentos de la familia profesional de Tapices y Alfombras y el de Revestimientos Murales. Ambos departamentos diseñaron unos talleres sencillos con el propósito de que los niños pudieran realizar piezas artísticas diferentes a las que ya hacen en el cole, pero, sobre todo, para que disfrutaran haciéndolas.
Las actividades extraescolares o complementarias como esta en la que vamos a participar, que no están etiquetadas con el nombre de una asignatura o materia, también son actividades didácticas a través de las cuales e desarrolla un aprendizaje que, en muchas ocasiones, es mucho más significativo que aquel que procede de los libros de texto, ya que cuenta con una ventaja de inicio: la alta motivación que genera en el alumnado, y esa es una herramienta didáctica muy potente para llevar a buen puerto una actividad educativa. Así nos lo dice Kaplún (1998, p. 49) «Esta dinámica, en el transcurso de la cual los hombres se van educando entre sí, es precisamente ‘el proceso’ educativo”.
1. Un taller de esgrafiado
Desde el departamento de Revestimientos Murales de la Escuela se diseñó un panel en el que cada cuadrado tendría una figura que los niños tenían que ir descubriendo mientras raspaban. Es la técnica del esgrafiado, una decoración mural muy típica de Segovia en la que mediante el descubrimiento de capas inferiores se va destacando una figura. Esta práctica fue realizada por alumnos tanto de Infantil (5 años) como de Primaria (6-8 años) y estuvieron asistidos en todo momento por alumnos de 1.º de Bachillerato de Artes que cursan la asignatura optativa «Artes Aplicadas a la Pintura».
Aquí es donde, a mi juicio, cobra un mayor valor la colaboración: son los alumnos de bachillerato los que iban indicando a los más pequeños cómo ir haciendo la actividad. Como no debe ser de otra forma, son los alumnos, todos ellos, los protagonistas de su propio aprendizaje ¿o no están aprendiendo aquí también los de bachillerato? ¿no se aprende también enseñando? Seguramente estos alumnos de bachillerato de artes que han colaborado en el taller han reforzado su aprendizaje de la técnica de esgrafiado enseñando a los más pequeños, técnica que previamente habían conocido en la Escuela de Arte.
Los resultados sorprendieron tanto a los propios alumnos del cole, a sus maestros, como también a los alumnos de bachillerato y profes de la Escuela de Arte que, en cierto modo, no sabíamos muy bien hasta qué punto los niños iban a ser capaces de enfrentarse al taller que habíamos diseñado para ellos.
2. Un taller de arte textil
El departamento de Tapices y Alfombras de la Escuela de Arte diseñó dos actividades distintas para los alumnos de Infantil y para los alumnos de Primaria.
Para los más pequeños, se propuso una actividad a través de la cual iban a ser capaces de escribir su nombre en un trozo de tela. Ese nombre, impreso mediante stamping en la tela, iba a ser sumergido en una suerte de «líquidos mágicos» que iban a invertir a negativo la impresión e iba a teñir de azul (índigo) esa tela.
Los niños disfrutaron con el proceso y, a pesar de su corta edad fueron capaces de escribir sus nombres y, de forma muy disciplinada uno por uno, fueron desarrollando todo el proceso hasta obtener su trozo de tela personalizada. También fue muy importante el apoyo, siempre constante, de las maestras de cada grupo.
Para los alumnos de Primaria, de entre 6 y 8 años, se diseñó una actividad para que pudieran conocer cómo es la mecánica de la técnica de tejido. Era una actividad más pausada, más individual mediante la cual cada alumno iba descubriendo un dibujo que se obtenía como resultado de «tejer» unas tiras de cartulina con otras.
Algunas conclusiones
Dice el profesor Roberto Aparici (2009, p. 90) que «el contexto para el aprendizaje debe ser de colaboración y de cooperación y en el que todos los miembros tengan la oportunidad de participar en las decisiones, el desarrollo, la investigación y la creación de nuevos conocimientos”. Las colaboraciones entre distintos centros educativos es enriquecedor para todas las partes: para alumnos de ambas instituciones y para los docentes y eso, siempre es bueno. En este sentido, los centros que colaboran juntos diseñan y establecen pautas para que sus alumnos crezcan con la colaboración de alguien ajeno a ellos, es siempre muy bien valorado por los propios alumnos.
Las teorías constructivistas del aprendizaje dicen, en palabras del profesor Manuel Area (2007, p. 3), que “el aprendizaje escolar debe ser un proceso constructivo del conocimiento que el alumno elabora a través de actividades aprendiendo a resolver situaciones problemáticas en colaboración con otros compañeros”. La colaboración entre iguales, o no tan iguales (véase estos casos de alumnos de infantil con alumnos de bachillerato), está facilitando un aprendizaje en ambas direcciones. Los alumnos de bachillerato no sólo han reforzado su aprendizaje con respecto a las técnicas de esgrafiado, sino que han aprendido mucho con respecto al ritmo y las pautas de trabajo de alumnos de niveles académicos inferiores, a comunicarse y a relacionarse con alumnos de Infantil y Primaria.
La Educación Plástica no es pintar, recortar y colorear. La Educación Plástica y Visual es muchísimo más amplia como para reducirla a una hora semanal, que es el tiempo que dedican a esta materia en la etapa de Educación Primaria. Las disciplinas artísticas son muchas y muy variadas, y esa era una idea que queríamos traer al colegio. No íbamos a hacer un taller de dibujo o pintura al uso ya que, por un lado, esas son actividades trabajadas ya en estos niveles y, por otro lado, pretendíamos precisamente mostrar esa variedad presente en las artes visuales.
Más allá de la mera construcción de piezas artísticas, la Educación Plástica y Visual debe atender también a ofrecer a los alumnos herramientas para saber leer esas piezas visuales, como indica la profesora María Acaso (2011, p. 128): «Algunos de los estudiantes se convertirán en constructores de productos visuales, pero todos, absolutamente todos, son y serán espectadores”, de ahí la importancia que tiene la educación artística y la alfabetización audiovisual de los alumnos. Y cuanto antes, mejor. Si los alumnos no son capaces, ya no de crear, sino de interpretar y percibir los productos artísticos o visuales, estarán indefensos en la sociedad mediática en la que vivimos.
Personalmente me encanta el diseño, el desarrollo y los resultados obtenidos a través de colaboraciones entre distintos centros educativos, o entre distintos niveles dentro de un mismo centro. Las posibilidades son enormes. El «pero» está en que es requisito imprescindible la colaboración, prácticamente desinteresada, de los que participan en dichas actividades, que ponen su tiempo, recursos y a veces, hasta dinero, para llevar a cabo tan interesantes prácticas. Muchas gracias a todos los que hacéis posible prácticas de este tipo.
Bibliografía citada:
Acaso, M. (2011). Metodologías innovadoras en la didáctica de las artes plásticas y el diseño: ocho retos para la reflexión sobre nuestra práctica docente y un enlace con las pedagogías regenerativas. En Las actuales enseñanzas de Artes Plásticas y Diseño. Madrid: Ministerio de Educación, Secretaría General Técnica, Subdirección General de Documentación y Publicaciones.
Aparici, R. (2009). Pedagogía Digital. Educaçao & Linguagem. V.12 (19) Extraido el 22 de febrero de 2015, de: https://www.metodista.br/revistas/revistas-ims/index.php/EL/article/view/814/882
Area, M. (2007). Algunos principios para el desarrollo de buenas prácticas pedagógicas con las TICs en el aula. [En línea] (Consultado: 22 de febrero, 2015). Disponible en: http://manarea.webs.ull.es/wp-content/uploads/2010/06/CyP-buenaspracticasTIC.pdf
Kaplún, M. (1998). Una pedagogía de la comunicación. Madrid: Ediciones de La Torre.
La imprenta de Freinet 
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